Cuando tienes la fortuna de tener una casa propia realmente lo que tienes es una inversión y si quieres que esta inversión mantenga su plusvalía debe ser cuidada.

La plusvalía es la forma en que el valor de tu propiedad se acrecienta con el paso del tiempo y es fácil imaginar que una casa o cualquier inmueble que no este bien cuidado no tendrá el mismo valor.

Piensa que quieres vender tu casa, ¿que valor te darán por ella? ¿a que costo la compraste? Bueno si hiciste una buena elección en cuanto a ubicación y orientación de tu casa seguro que el valor de la venta será mayor al valor en que la compraste, pero ¿que sucede si no has cuidado la casa como se debe y tiene fugas, humedades, las ventanas no funcionan, la pintura esta descuidada y un gran etcétera? Bueno, todos estos “pequeños detalles” restarán valor a tu casa y no podrás venderla al mimo precio que si estuviera en óptimas condiciones.

Ahora bien, si decides darle “una manita de gato” antes de venderla puede ser que tengas que hacer un gran desembolso para dejarla “decente”, cuando es MUCHO más fácil darle mantenimiento periódicamente.

Por otra parte, una casa bien cuidada es un lugar cómodo para vivir en donde sabes que no habrá goteras en la próxima lluvia o que el recibo de agua será el correcto y no será de un precio mayor por las fugas que pudiera haber.

En resumen: el mantenimiento de tu casa o cualquier inmueble se refiere a la revisión periódica de la vivienda para arreglar los desperfectos que llegaran a surgir, lo cual demeritaría su valor comercial, además de que pudiera dejar de ser el refugio emocional que tu familia y tú necesitan.

Para tener tu casa en óptimas condiciones no dejes de leerme, aquí te iré compartiendo tips sobre que debes revisar, como hacerlo y cada cuanto tiempo es conveniente.

Por la plusvalía económica y el valor de amor y comodidad que tu casa debe tener